BaSo: Celebración con amigos

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BaSo: Celebración con amigos

Banda Soporte, el programa de música que sale por el canal Quiero, festejó su quinto aniversario en La Trastienda, junto a muchos seguidores del programa, músicos y bandas y artistas invitados como Ale Sergi, Shaila, Flema, Smitten, entre otros.

La fiesta arrancó pasadas las nueve de la noche con la proyección de un video que repasaba la carrera de los conductores, el Tano y el Rulo, a través de estos cinco años, mostrando su ascenso y diferentes partes de sus entrevistas con los referentes del rock local. Luego, se dio paso a un pequeño set de Leo García, que tocó clásicos del rock nacional de Spinneta, Cerati y Tanguito. Además presentó temas nuevos de su próximo trabajo “Poptopia”, que invitan a visitar nuevamente el pequeño mundo de Leo, donde abundan las canciones intimistas y confesionales.

Después llegó Ojas, grupo en ascenso del Oeste de Gran Buenos Aires, para hacer vibrar el escenario. Su lista fue un mix de temas de su primer disco, “Naranja”, y su nuevo disco, “Efecto”. La banda sacó a relucir hits como “Hablo de vos”; “Costa”; “Todo fue” y “Comorebeldes”, y también vale hacer especial hincapié en la poderosa versión en plan rock-electrónico de “Pet Sematary” de los Ramones, donde parecía que se iba a derrumbar el lugar con la potencia y energía que estaba saliendo de los parlantes, y lo que fue el tema “Fiesta Fantasma”: una gran celebración que invitaba a bailar sin ningún prejuicio, fueras punk, stone o rasta. La banda como siempre estuvo marcada por las diferentes puestas en escena de todos sus integrantes, como el look glam de su líder, Iván Gramático, los rapeos punzantes de Phias, y la energía de Pío detrás de los samplers y sintetizadores.

Luego le tocó el turno a Karamelo Santo, con toda su combinación de punk, ska, reggae y cumbia. Su show comenzó más bien tranquilo: todos los integrantes sentados haciendo versiones de varios de sus temas más conocidos como “Luna Loca” y “Nunca”, y aun así toda la gente bailaba al compás de los mendocinos, para luego terminar pogueando y bailando todos con la fusión de dos temas “Tomate un vino” y “Mamina” haciéndole tributo a la Negra Sosa y a la Pachamama.

Así termino la fiesta: hubo torta y un cálido feliz cumpleaños. Los muchachos de BaSo se merecen este presente, tras haberla peleado en distintos escenarios y siempre salir adelante. Lo más importante es recordar y celebrar su apoyo la escena local, además de la promoción de las bandas under y emergentes. Salud y larga vida BaSo.










Entrevista a Guachass Artezeta habló con Flor, su bajista. Cumbia, videos censurados y más…

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AZ: Las influencias de la banda son muchas y muy diversas: Pappo, Gilda (¿¿¿la cantante de cumbia???), Almafuerte, Motörhead, Black Sabbath, Rolling Stones, Ramones, P
escado Rabioso y más, ¿Cómo logran conjugar todo eso en el sonido de Guachass?

Flor: Si, Gilda la cantante de cumbia: Mariana y Camila son unas planchas cumbieras. El sonido de Guachass es tan roto como Ramones y pesado como Pescado; letras en español con el tono grave de la cantante como si fuera Pappo. La influencia de los Rolling Stones y de Black Sabbath será en algún otro plano no tan literal o visible... pero hemos hecho covers, sí recuerdo “Sabbra Cadabra” saliendo como rayo.

AZ: En sus inicios tocaron con bandas como Motosierra, Hablan por la Espalda y Santacruz entre otras, ¿Qué recuerdan de aquellos recitales?

Flor: Al principio tocábamos más punk, Camila gritaba y tiraba leche y tocábamos como unas dementes, no importaba si le errábamos a las notas y eso. Gracias a las bandas que mencionaste, por los prestamos de equipos y buena onda. Amigos. También siempre alguno era novio de alguna...

AZ: ¿Es difícil formar una banda de rock como Guachass en un país donde un estilo de rock más latino (La Vela Puerca, NTVG) parece copar la escena?

Flor: No, difícil no es. El tema es que no hay mucho público para nosotros acá, a la gente que le gusta el " rock " le gusta esas bandas que mencionaste. Después hay un cierto grupo de gente que escucha cosas raras que van a los toques; igualmente se está abriendo el espectro cada vez viene gente más distinta a ver Guachass.

AZ: Sin dudas el despegue de la banda se produce cuando conocen a Sergio Ch. (NATAS), ¿Cómo fue el contacto con él? ¿Cuál fue su primera reacción al escuchar Guachass?

Flor: Conocíamos a Los Natas de hace años. Siempre nos gustó, y se fue dando de tocar con bandas de Buenos Aires, y bueno, Los Natas fue una más. Lo que pasó es que Sergio nos ayudó con el disco y nos presento al sello; además de hacerse amigo de la banda.

AZ: Bandas como Los Natas, Motosierra y Hablan por la Espalda trabajan siempre con sellos internacionales, ¿Por qué creen que se da eso? ¿Creen el género musical ate
nta contra la chance de firmar con un sello local?

Flor: No es que atente, pero lo que te decía antes: no tiene sentido porque no hay mercado. Sacamos un disco acá y cuántos se venden? no sé, no sé pero no rinde, muy po
cos. En Uruguay un tercio son jubilados. Y los demás no entienden la letra y es muy ruidoso para poner en la radio del bondi, qué onda? Entonces de eso queda un 1% guachass friendly.

AZ: Son parte del sello franco-argentino Oui Oui Records, por qué eligieron trabajar con ese sello y qué les permite trabajar con Oui Oui a nivel internacional?

Flor: Oui Oui nos hizo de disparador: notas, toques con Los Natas, Buenos Aires allá y acá, coso, gira, grabación, fotos, finanzas… gracias ouioui.



AZ: Ya tienen video para el tema "Dirty Harry", ¿Cómo fue la experiencia de
hacer el video? ¿Tienen pensado lanzar otro video?

Flor: Fue una buena experiencia. Se podrían hacer más videos, yo hice el primer video de la banda, de un tema que no está
en el disco. Aparecía un carnicero follando carne... fue censurado al principio... me gustaría que tengamos más videos así.

AZ: Posible gira por Europa en unos meses y disco nuevo para 2010, ¿Se imaginaban todo esto cuando arrancaron?

Flor: No se sabía cómo iba a ser la cadena de eventos que nos llevara a eso; per
o estaba en la mira.

AZ: ¿Cuándo las vemos por Buenos Aires?

Flor: Buenos aires por ahora no hay planes, pero no va a tardar mucho.





Entrevista al Mono de Kapanga, una banda Todoterreno

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“El momento que estoy viviendo es el que siempre soñé desde chiquito”
Tras el lanzamiento de su último disco, la banda de Quilmes sigue creciendo y hasta se animó a filmar una comedia.

Acaban de presentar su octavo disco, están por lanzar una película y siguen conquist
ando a un público cada vez más abierto. Con un poco de rock, otro tanto de cuarteto y una pizca de heavy metal sazonado con algo de reggae, preparan una ensalada musical que no tiene desperdicio. Hace más de 20 años, allá por el año 89, comenzaba la carrera de Kapanga y sus Yacarés, en honor a Kapanga el Misionero, el personaje de Titanes en el Ring (Si no lo tenés, preguntále a tu viejo).
Tarde de domingo en el predio Bianea de Pilar. 10 mil personas se acercaron hasta el lugar para ver, en forma gratuita, a la banda de Quilmes. La ciudad festejó el día de la primavera y el plato principal fue la presencia de Kapanga, que presentó su flamante disco Todoterreno y recorrió su diverso repertorio.
Tras un show impecable pero agotador para sus integrantes, Arte Zeta pudo charlar con el cantante y frontman de la banda, Martín El Mono Fabio, y con el guitarrista del grupo, Miguel de Luna Campos.

AZ: Pasaron 11 años y seis discos entre A quince centímetros de la realidad y Todoterreno ¿Qué diferencias encuentran?

Mono: Bueno, pasaron casi mil shows, crecimos nosotros durante todo este tiempo y la diferencia es notoria. A partir de A 15 centímetros fuimos tratando de aprender, de evolucionar, de crecer. Nosotros creemos que cada vez son mejores los discos de Kapanga. En todo sentido, ya sea a nivel producción, letras, a nivel musical, voces, arreglos. Estamos más grandes, más crecidos, y se nota. Pero tratamos de seguir evolucionando. La gente; nosotros como banda; nosotros como amigos, seguimos por suerte muy bien. Siempre tratamos de mostrar algo más, ahora con el disco nuevo se nos ocurrió hacer una película. Personalmente soy feliz haciendo lo que hago. Hace 20 años que canto, 20 años que estoy al frente de una banda y el momento que estoy viviendo es el que siempre soñé desde chiquito.
Miguel: Y, muchas. Desde una evolución compositiva hasta una evolución de audio. El otro día escuchaba Operación Rebenke, que es el tercer disco, y que a nosotros nos gustó mucho como sonaba, y lo comparaba con el último y el último era mucho mejor, pero a veces no te das cuenta de la evolución porque vas haciendo camino al andar. En aquel primer dis
co éramos más punks adolescentes. Se recuerda con mucho cariño.

AZ: ¿Qué vamos a ver en la película?
Mo: A nosotros actuando en una comedia, con un montón de amigos, con un montón de gente. Una película que empezamos a hacer como algo que teníamos ganas, y hoy estamos invitados al festival de cine de Mar del Plata y a presentarnos en un ciclo en el Malba durante un mes. Cosas que nunca pensamos, nosotros sólo hacíamos los videos.

AZ: El gobernador Scioli presen
tó un proyecto para cerrar los boliches a las cuatro de la mañana. ¿Vuelve El mono relojero?
Mo: Siempre está presente, el t
ema por lo menos es el más significativo de la banda, es el que todos conocen el estribillo y todos saben a qué se refiere. Y si vuelve y está en boca, y hace pensar a los gobernantes la necesidad de tener un diálogo sensato y no solamente reprimir y decir: “Bueno, cierro todo a las tres de la mañana”, se puede llegar a que todos estén más o menos bien. Tampoco es cortar por cortar y no importarte que haya un montón de gente que vive de eso, de lo que es la noche. Es sentarse y charlar. Tampoco pienso que esté bien que estén hasta las 7 de la mañana porque no es necesario. Ya cuatro horas de boliche es demasiado, mas todos los aditivos que hay después dentro de la noche, te queda la cabeza toda rota. Pero el alcohol, la droga y la violencia están presentes no sólo en la noche. Acá se fijan sólo en la noche, pero pasa las 24 horas del día. Es cuestión de prevenir, de educar, de cultura, de que los pibes se pongan un poco las pilas. Es un trabajo que hay que hacer en conjunto, no es de una parte sola.
Miguel: No sé, a él le falta una mano, a nosotros no(Risas).

AZ: Otro proyecto que probablemente sea ley es el de la despenalización del consumo de drogas. ¿Qué opinan al respecto?
Mo: Está perfecto, nunca más presos, nunca más una causa por llevar una tuca en el bolsillo. Me parece un avance a la hora de cambiar un poco la mentalidad. No solamente es cortar por lo sano. Con esto se beneficiaría un montón de gente que tiene ganas de hacer cosas que no molesten a los demás. La libertad de cada uno es personal y es eso, libertad de cada uno. Sólo Dios puede interceder. Hay Pibes que están estudiando, o que van a laburar, y cuando les hacen una causa les manchan el curriculum y después no consiguen laburo en ningún lado. Me parece que por tener medio porro en el bolsillo no es justo.
Mi: Es un tema delicado. Nosotros fuimos muchas veces a tocar a Europa y en Holanda tenés la zona roja, donde podés consumir drogas y es legal. Creo que Argentina no e
stá preparada para la legalización, sí para la despenalización. Pero habría que entrar en estudio. Con drogas más duras habría que ser más duro, pero si se trata de drogas livianas, como que te encuentren un faso, y el Estado gaste 5 mil mangos y al chico lo quieran internar, me parece una tontería. Creo que hay que concientizar, hay que informar y ante todo tener mucha cautela, porque no es joda. No es “ah, legalizar las drogas”. Requiere mucho debate. Está toda la sociedad abierta, hablémoslo.

AZ: El proyecto de Ley de Radiodifusión pretende darle prioridad a la producción nacional y a los artistas locales ¿Creen que la nueva ley los beneficiaría?
Mo: Bueno, en Brasil el ochenta por ciento de la música que pasan es brasilera, acá se debate una ley que ayuda un montón. Por ahí a nosotros no, pero sí apunta más que nada a bandas independientes, porque si no sonamos todos los que estamos con compañías
discográficas, pero los que hacen todo muy a pulmón no tienen canales de difusión. Esto ayuda a un montón de bandas como las que tocaron hoy con nosotros acá.

AZ: Uno de los nuevos temas expresa una devoción extrema por Araceli González ¿Sienten un amor platónico por la actriz?
Mo: Sí, es a lo Kapanga, un tema con tono irónico. Habla de proteger la ecología, de la energía limpia, de que la iglesia no sea necia, y el tipo termina diciendo que si Araceli fuera de él no le importaría más nada, que se mueran todos y que se inunde el planeta, es la visión nuestra, un poco particular.

AZ: ¿Te llamó Araceli?

Mo: No, no me llamó. Pero ya me va llamar.

Nota: Emmanuel Gentile

Entrevista a Dee Gee Tandoori, cantante de The Tandooris

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"Nuestra música conecta con el lado travieso de las personas"


AZ: Ya son casi diez años de carrera para The Tandooris, ¿Qué balance hacen de la trayectoria de la banda?

DG: Si, y tocando juntos en otras bandas, hace ya casi 20. Esto es como un delirio, un sueño. Algo hermoso más justificado por el corazón que por la razón. Somos una banda underground de tipos de alrededor de 35 que, desde hace mucho tiempo, enfocan todos sus rayos lasers y su felinidad en generar rock and roll groovero, riffero, y tratando de compartir eso con otros seres felinos de rock and roll, con personas sensibles a eso. Pero en un circuito cagado a palos, algo como Spinal Tap al cubo, y además en un momento muy extraño del mundo, y del "negocio de la música". A mi me encanta estar en este lugar, es algo que soñé de teenager y que ahora me parece lógico estar haciendo. Mad Max meets The Monkees!

AZ: ¿Qué recuerdan de su primer show?

DG: Fue en Eldorado con Elio & The Horribles y Finlandia, y ahora que lo pienso fue bastante significativo, lleno de esas boludeces que te hacen sonreír cuando te acordás. Por un lado en ese lugar tocábamos mu
cho con nuestras bandas de los 90s, y por otro lado los Horribles fueron la banda que nos empujó a formar parte de todo ese bullicio garagero que explotó a principios de los 2000s. Esa noche la hicimos en el escenario del pasado, con los compañeros del futuro. El cambio de eras fue muy gráfico. Habíamos estado un par de años sin tocar, y estábamos felices de volver a rockearla.

AZ: ¿Por qué cantan en ingles? ¿Creen que el mensaje cambiaría si cantaran en castellano?

DG: En los últimos años hicimos algunos temas en castellano, como Explosiones, 1000000 Freaks, y los temas que cantaba Marce Tandoori, que ahora toca con Fuzzycats. Al principio, la decisión de cantar en inglés fue más bien infantil: querer jugar a tener una banda como las que mas te gustan. Un juego divertidísimo, hermoso. Mi inglés, además, es pedorro, pero es muy práctico para componer temas cavernícolas rifferos tener tantas palabras de 1 o 2 sílabas, con sonidos cancheros, con ataque.

AZ: En su disco “Walking Blind” (2003) versionan “Whip it”, de Devo. ¿Por qué eligieron hacer un cover de esa canción?

DG: Somos fanáticos de Devo, en especial Johnny y yo. Los amo desde que era pendejo. Es mas, decidí empezar a tocar música en los 80s motivado por Devo, principalmente. Muchos freaks encontramos el puente salvador en Devo cuando éramos pendex.


AZ: El sonido característico de la banda hace referencia a la vieja escuela del rock (The Kinks, la primera época de los Stones) ¿Es algo que querían lograr o es algo que se dio por las influencias que ustedes tienen?

DG: Es natural. Puede ir mas para un lado o para otro, pero siempre todo gira en torno a un rock rutero, guitarrero, clásico, más bien yankee. Siempre escuchamos más que nada rock viejo, y eso se nota. Mas allá de que somos abiertos y escuchamos muchos estilos de música, lo que te criaste escuchando siempre va a aflorar más que otra cosa. El makeup va variando, pero en el fondo siempre se notan los Stones, los Ramones, los NYDolls, MC5, Velvet Underground, Pappo, y todo eso.


AZ: ¿Cómo caracterizarían al público que los sigue?

DG: Es vox pópuli que a los Tandooris nos vienen a ver unas minas buenísimas. Me lo dijeron varios, y yo doy fe. Pero al margen de eso, el público es heterogéneo, y varía mucho en cantidad y en estilo de un lugar o de un momento a otro. Para mí nuestra música conecta con el lado travieso, pillo de las personas. No se si será así, pero me suena que el común denominador de las personas que nos vienen a ver es que les gusta vincular su sensibilidad estética con su felinidad, o espíritu sexual salvaje de rock and roll, digamos. Y nosotros les ofrecemos humildemente un medio para lograrlo.

AZ: Hablemos un poco del Photosizer
, ¿Cómo llega a la banda y en qué cambiaron las presentaciones en vivo a partir de su uso?


DG: Lo inventó Johnny. En vivo es
muy poderoso porque genera momentos de ciencia ficción muy rockeros. Tiene un sonido salvaje, muy violento, y a la vez muy psicodélico, de ciencia ficción. Suena como un monstruo de los Herculoides completamente en celo, aullando descontroladamente en el espacio.

AZ: “Bombs Away!”, fue lanzado este año por el sello Scatter Records, ¿Cuál es su relación con las otras bandas del sello?

DG: Somos amigos y compañeros de ruta de muchas bandas que están o estuvieron en Scatter.

AZ: También este año participaron del festival Ciudad Emergente, ¿Creen que The Tandooris es una banda emergente a pesar de sus años o que es forma parte de una movida musical emergente?

DG: Seguramente "emergente" significa algo distinto en el underground y en el mainstream. En los bares rockeros y en el circuito más vampirezco, somos una banda que viene rockeando hace tiempo. No somos algo nuevo. Ese es un circuito medianamente efervescente, donde hay una renovación más o menos rápida y fluida. Ciudad Emergente es un evento mainstream, oficial, y para esa óptica sí somos algo nuevo, porque en esa capa no hay tanta renovación. Varias veces nos han invitado de eventos así como para mostrar un poco de rock más cavernícola, y está bien. Siempre hay alguien que recibe la transmisión, y suelen ir personas curiosas, que a lo mejor no se sumergieron nunca en los abismos del rock, pero que la miran con cariño.

AZ: ¿Cómo es el proceso de composición de los temas? ¿Trabajan en conjunto las letras y música o cada uno acerca una idea ya definida de lo que quiere?

DG: En general yo traigo la columna vertebral y parte de la musculatura. Juntos terminamos de ponerle la musculatura, la piel, y luego el rimmel y la peluca.

AZ: ¿Cuándo son los próximos shows de la banda antes de fin de año?

DG: 18/9 en Tío Bizarro de Burzaco con Los Colmillos, 17/10 en el GBA Club de Villa Adelina, 19/11 en Roxy Live Bar con Utopians, el 12/12 en Burzaco con Los Odio.



AZ: ¿Están trabajando en canciones nuevas para un próximo disco?


DG: Si, hay mucho material nuevo. Muchos temas inéditos que estamos tocando en vivo, como Paranoid City o Fucking Happy.

Quédense así: que estalla…

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Pura emoción. Así se podría catalogar la fecha del Roxy Live Bar, donde se
presentaron Quédate así y Lea Aput, show de viejos amigos, donde todo quedó en familia.Arrancó la banda de Pichu Serniotti, pasadas las 9 de la noche del viernes porteño, y se despacho con una lista contundente, presentando el material de su inminente disco debut, donde hay temas urgentes, plagados de melodías dulces y calmas como el tema llamado “Despojándome” o la canción cruda y directa “Y me aferro” (la cual tiene olor a hit) que tiene un comienzo vertiginoso que te transporta en un viaje a través de varios lugares de la mente del ser humano. Otro tema destacado de la presentación fue “Más”, donde se pueden apreciar muy bien las cualidades compositivas de Pichu, aunque no hay que dejar de destacar la banda que lo acompaña. Es una perfecta amalgama, donde diferentes músicos de diferentes vertientes concuerdan de manera extasiada: Pablo Bendov, el encargado de los parches es un relojito, pura energía que junto con Luis Volcoff en bajos construyen una base sólida, donde Pichu puede sentirse cómodo, y se ve claramente en el escenario, la calma sin calma que se presenta entre tema y tema. No hay que dejar de mencionar a Pablo Fioravanti, el cual aporta sutilezas con su guitarra. Vale destacar las buenas canciones, y el clima que la banda género a lo largo de los 40 minutos de show.
Uno de los picos más altos fue cuando subió Diego Aput (bajista de Karamelo Santo). Ahí las tablas vibraron, por la fuerza y el empuje del genial mendocino. “Pasajero en extinción” se hizo presente, para recordar viejas épocas, genial versión donde Pichu la canto de una manera muy emotiva. Y todo termino con “Carne para vos” y “Gente sin swing” donde la mimesis de la banda se mostró a flor de piel, donde el reflejo de Pichu en el bombo de Bendov, golpeaba en los ojos de la gente y el clima explotó. Y todos se quedaron así: con una sonrisa y ellos brindaron “Sin Voz”.







Luego le tocó a Lea Aput, quien Lea salió con fuerza para despedir su disco debut “Luz Día”. Minutos antes se presentó como a modo de adelanto el video de “Estalla”, su flamante video.
Muchos puntos sobresalientes hubo a lo largo de la noche: Lea se despachó con canciones directas y hermosas, con letras que identifican a uno, como un reflejo. Él se presenta como un trovador moderno, acompañado con una banda sin fisuras, donde Andrés Cicarelli con su viola, mete arreglos justos, precisos y simétricos; donde Nicolás Fernández acompaña con su empuje desde los parches, y donde Lisandro Olivera es un excelente partenaire desde las 4 cuerdas.
En la lista, bien elegida, se mostraron varias facetas de los “capítulos” de “Luz Día” como la íntima “Árbol”; la confesional “Un camino”; la honesta “No puede ser” que lo acompañó en el bajo su hermano, Diego Aput. La magia que emanaron los dos, se hizo presente en todo el lugar. También, Lea tuvo tiempo de mostrar una nueva adquisición a su repertorio, la inminente “Dicen”, que muestra que sigue por buen rumbo.
Un párrafo aparte para la excelente versión de “El Ansia”, tema de Charlie Desidney; (“artista sonoro” y emergente) la cual canto a dúo con él. Pero el punto más fuerte de la noche y el más emotivo, fue cuando sonó “Estalla”, donde subieron al escenario Pichu Serniotti a mostrar su virtuosismo en las 6 cuerdas y Gustavo Martínez a taladrar con las vibraciones de su bajo. La química y el entendimiento con sus otrora compañeros de ruta en los tiempos de Cabezones parecen no extinguirse. Hicieron vibrar a todo el público, como si el tiempo no hubiera pasado. Estallaron frente a nuestros ojos y nos dejaron con ganas de más. Y terminó con “Gracias” y todos contentos.






Nota: Joel Vargas
Foto: Martín Benavidez




"Nunca dejamos la frescura del primer día"

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El rock uruguayo de los últimos años se caracterizó por bandas con mayor identidad latina, ¿podría decirse que Motosierra nació en el país equivocado?

No. Motosierra nació en el lugar justo para ser Motosierra. La vida en Montevideo, el currículum de varios años de rock and roll en Uruguay que todos cargábamos antes de la banda ser formada, eso es parte de lo que Motosierra fue. Uruguay nos formó, como personas y como bandas. Esta banda tuvo una historia de acuerdo al lugar en donde nos movimos. Y si bien el medio siempre nos fue hostil, y nuestra postura siempre fue diferente a las reglas que nuestro país nos ofrecía, intentamos hacer siempre nuestro propio juego. Encontramos una vía para ser reconocidos en el exterior, antes que en casa. Nos contactamos, editamos, tocamos, todo fuera del país. Después, cuando se acordaron de nosotros, ya era demasiado tarde. Y justamente, el hecho de provenir de un lugar exótico como Uruguay hizo que el interés por nosotros en el exterior tuviera un sabor especial. Nadie se esperaba algo así de esta parte del mundo, porque simplemente, nadie espera nada de esta parte del mundo. Ni siquiera piensan en esta parte del mundo. Pero en Uruguay no nos damos cuenta de eso, y seguimos más aislados que la Cuba de Fidel, pensando nuestra verdad es la única que es posible, con un resentimiento cultural digno de 50 Maracanazos. Lo que sí deberíamos haber hecho, cuando tuvimos la oportunidad, es las valijas. Tendríamos que habernos ido a la mierda, cuando fue la oportunidad. No lo hicimos, y eso cobró su precio.

¿Crees que hubieran logrado más de haber surgido en Europa por ejemplo?

Eso queda para el terreno de la especulación. Pero personalmente, no tengo la menor duda. Hasta ahora nos llegan mensajes de gente de todas partes del mundo, esperando por shows de la banda, en países en donde nunca tuvimos la oportunidad de tocar. En su mayoría, Europa. Y en algunos otros países de América Latina en donde jamás pisamos, caso de Perú o Chile. Todo eso, sin apoyo de un show en vivo, que siempre fue nuestra carta ganadora. Sólo con la difusión under e independiente de discos. Imaginate si hubiéramos tenido la oportunidad de apoyar los discos con shows en vivo… Esta banda tuvo el potencial de conquistar mucho más de lo que nos fue dado en paga. Eso lo sabíamos, y lo continuamos sabiendo. Como banda en vivo, siempre supimos nuestro valor. Fuera del escenario, del ensayo… tuvimos problemas de todo tipo. Económicos, de familia, de poder de decisión, de actitud frente al medio, frustraciones… pero todo eso se olvidaba cuando nos poníamos a tocar y entonces éramos la mejor banda del mundo. En otra parte, con otras condiciones, y con la escuela de haber sobrevivido a Uruguay, nos podría haber ido muy bien. En Europa, ni dudarlo. Ahora que vivo en Brasil, me doy cuenta de que aquí también. Podríamos haber sobrevivido y continuar tocando si nos hubiéramos ido de Uruguay. Lo sabíamos, no lo hicimos. Eso nos mató de a poco.

¿Qué diferencias encontrás entre el público uruguayo y el público argentino o brasilero, donde tuvieron mayor repercusión?

Para empezar, la cantidad. En Argentina o Brasil hay muchísima más gente, y en consecuencia, muchísimas más oportunidades de encontrar a tu público, que es una parte importante de una banda. En Uruguay no hay espacio para dos opiniones. No hay público, ni guita, ni espacios que puedas hacer tuyos. No hay un medio rockero especializado, ni sellos o productores que entiendan qué es esto del rock and roll, y cómo es que se hace de verdad. Hay una fórmula uruguaya de hacer todo esto, que si bien funciona en el mediocre nivel local, no sirve para el exterior. Y por supuesto, no tiene nada que ver con nosotros. Simplemente, nunca supieron que hacer con Motosierra. Les parecíamos incómodos, excesivos, ridículos, agresivos… peligrosos. Mundo afuera existe un mercado más grande, en donde una propuesta como la nuestra hubiera tenido más sentido. Además, les gusta divertirse, que siempre fue parte de la filosofía de esta banda. Pero en un país como el nuestro… fuimos algo que no podía haber pasado jamás, una aberración, una cosa bizarra. El uruguayo piensa demasiado las cosas, y no hace nada. Y frente a un show nuestro, la idea no es pensar, sino actuar. Por eso es que, por lo general, la reacción del público uruguayo siempre fue pasiva. Se quedaban quietos, sin saber que hacer. Cuatro tipos saltando, y 50 paralizados. Absurdo. Ahí, el mensaje no se entiende, se pierde la parte fundamental del asunto. Pero también, y es justo decirlo, el público uruguayo es fiel. En Uruguay, cuando te ganás una persona del público, cuando lográs sacarla de toda esa mierda que te rodea, durante tu show, y llevarla para tu mundo, no sólo te ganás un fan para toda la vida. Te ganás un amigo para toda la vida. Y de esos, afortunadamente, tenemos unos cuantos.

Sus shows siempre fueron muy enérgicos, a todo volumen y hasta catárticos, ¿Cuánto tiene que ver el hecho del poco reconocimiento que recibieron del público y los medios locales?

Cuánto tiene que ver en que?? En que hiciéramos cagadas arriba de un escenario?? No se… nunca lo pensé mucho. Si asustamos a todo el mundo, ellos se lo pierden. Nosotros nos divertimos, el resto, no. Se lo pierden. Nunca pensé en qué es lo que íbamos a hacer la noche de tocar. Simplemente, salíamos y hacíamos lo que se nos ocurría. Lógicamente, hay un aprendizaje. Al comienzo, la energía de la banda me llevó a momentos peligrosos, en donde, por inexperiencia, no me pudía controlar y acabé lastimado, varias veces. Pero a golpes se aprende. Nunca dejamos la frescura del primer día. Tocamos alto, y armamos quilombo. Y eso, porque siempre entendimos que el rock and roll tiene que ser así. Y nadie se atrevía a hacerlo en Uruguay de esa manera. Algo tan sencillo, tan básico, que nadie se atrevía a hacerlo. Tuvimos que hacerlo nosotros, y ya que la competencia estaba muy pobre, nos fue fácil destacarnos en el rubro de la salvajada y del quilombo escénico. Y claro, nadie entendió un carajo, durante mucho tiempo. Sólo al final, apareció una nueva generación que les copaba lo que hacíamos. Pero nunca pensamos en cambiar lo que hacíamos, eso es perder tu identidad. Sobre los medios y todo eso… la verdad es que nunca nos importaron mucho. Cuando nos dieron nuestros 15 minutos de bola, ya estábamos en vías de separación. Nunca jugamos con el marketing personal, somos pésimos para eso. Siempre nos dedicamos más bien al terrorismo.

Tus movimientos en el escenario son similares a los de Iggy Pop, ¿buscabas emular lo que hacía o te surgió así porque es un referente que tuviste siempre?

Ese asunto me va a seguir hasta el final de mis días. Si voy a un bar de rock, acá en Brasil, y nadie me conoce, en seguida aparece alguien diciéndome que me parezco al Iggy. Cuando escuché hablar por primera vez del tipo, ni sabía quién era, ni cómo carajo era, ni cómo era su música. Mucho menos, lo que hacía en vivo. Pero leí por ahí, en alguna entrevista, que había un tal de Iggy Pop. Entonces, me gustó tanto como sonaba, que iba al liceo secundario y rayaba IGGY POP en el banco de clase. Tendría 15 años, maosmenos… también rayaba IRON MAIDEN, WASP, EXPLOITED o RIFF… cosas normales de esa edad. Un tiempo después, ví el vinilo del “Instinct” en la disquería Crossroads. Ahí fue la primera vez que lo vi al tipo. Un dibujo en la tapa de un disco. Y muchos, muchos años después, escuché por primera vez a los Stooges, en el programa “Tiempos salvajes”, los sábados a la tarde en El Dorado FM. Escuché “Loose”, del disco Funhouse, y mi vida nunca fue la misma. Me produjo esa sensación de volverme loco. Pero nunca había visto al tipo en acción. Y a esa altura tampoco lo necesitaba, porque ya sabía como venía la mano, mucho antes de ver lo que el hombre hace. Lógicamente que, cuando finalmente lo ví, me cayó la ficha. Pero yo ya estaba en ese barco mucho antes de tener un ejemplo visual.

Sería muy idiota de mi parte andar imitando a alguien, como un zombie. Creo firmemente que la vida me dió mi propia personalidad. Imitarlo a Iggy Pop, eso sería una falta de respeto a mí mismo, y también para el público. Simplemente, no sería creíble. Si es para hacer eso, mejor me quedo en mi casa. Entonces, que digan lo que quieran. Yo sé lo que hago y porqué lo hago, y está bastante más allá de la imitación. Creo que viene más por el hecho de vomitar todas tus frustraciones, tu rabia arriba del escenario. De sentirte el rey de esa noche y de ese momento. De sentir la música, el estado de frenesí que te crea subirte borracho y drogado a un escenario a tocar a todo volumen frente a un público apático, y querer sacudirlo… de sentir eso en común no solamente con Iggy Pop, sino con otros varios de la línea. Puedo citar a Stiv Bators, a Lux Interior, a GG Allin, a Johnny Rotten, incluso a Jagger, Morrison o hasta Bruce Dickinson. Vos tenés que hacerle mover el culo al público, quieran o no. Tenés que atrapar las atenciones de todos. Por media hora, ellos son tuyos. Sino, para que mierda te subís de frontman?? Ahora, cuando te bajás, tenés que ser humilde. Volvés a ser el que eras antes, el tipo común. En Uruguay no hay estrellas de rock. Y esa fue una buena lección que aplico hasta ahora, todos los días.

Hablando de shows, ¿qué recuerdos tenes de cuando telonearon a Die Toten Hosen en Argentina?

Me acuerdo que la producción nos trató como basura. Como la banda de mierda que iba a tocar antes del número principal. Y encima, uruguayos. Fuimos invitados a tocar, pero no pagaban ni transporte, ni alojamiento, ni hotel. Hasta ahí, ningún problema. Entendimos que era necesario para la banda invertir en ese show, y allá fuimos. Nos pagamos, cada uno de nuestro bolsillo (como siempre…) el pasaje, el hotel y la estadía. Pero cuando llegamos, vimos que también íbamos a necesitar de equipos. Amplificadores y batería, porque le producción no nos habilitaba con nada. Ok, sin problemas. Molestamos a unos cuantos amigos (Los Lotus, She-Devils, la gente del Salón Pueyrredón), y nos armamos un “backlinecito”. Metimos todo en taxis, y allá fuimos. Pero cuando llegamos al El Teatro, la cosa se puso peor. Simplemente, éramos un estorbo para la producción. Un dolor de huevos. Ocupábamos espacio, molestábamos con nuestros pedidos: un vaso de agua, una silla para sentarnos, cosas asi... Para los que laburaban en la producción, no deberíamos estar ahí. Esa era la idea. Tuvimos que armar todo nosotros mismos, con algunos amigos. No nos dieron ni un cacho de pan, y nos confinaron, con instrumentos y amplificadores, a una escalera detrás del escenario. Y la mala onda fue constante, las pocas veces que nos prestaron atención. Por el lado de los alemanes, fue diferente. Buenos tipos, simpáticos (hasta donde su naturaleza se los permite…). Miraron nuestro show, desde el costado del escenario. Y con buen corazón, se apiadaron de nuestro estado, y nos trajeron comida y bebida. Terminamos tomándonos todas las cervezas que eran para ellos, porque no bebían durante el tour. El público era de ellos, y tampoco entendió mucho qué es lo que hacíamos ahí. Un público bastante cabeza, de aquellos que sólo escucha a los Hosen o a los Ramones. Cuando Luis salió vestido de mujer, y yo con camiseta comunista y pantalones de plástico metiéndome el micrófono en el ojete, no les gustó mucho. Empezaron los “puto, puto” de rigor, pero fue divertido. Y a alguno hasta le gustó, se fue contento y nos volvieron a ver.

Mirando hacia atrás, ¿cambiarías algo de lo que hicieron como banda?

Sí. Deberíamos habernos ido para Europa después de que salió nuestro disco debut, “XXX”. La historia hubiera sido diferente. Pero arrepentirme de algo, jamás.

Si tuvieras que elegir tres momentos de la banda, ¿Cuáles serían?

Muchísimos. Esta banda tuvo muchísimos momentos inolvidables, de los buenos y de los malos. Vivimos 10 años intensamente, no nos quedamos sentados en casa fumando porrito. Hicimos de todo para vivir cada momento para la banda. Siempre. Eso te crea una lista de anécdotas extensa. Pero si hablamos de los momentos más marcantes de esta banda… son muchos. Puedo empezar desde el comienzo. Cuando una banda comienza, los primeros 2 meses en una sala de ensayo son increíbles. Porque parece que tenés un mundo de posibilidades en lo que podés hacer. No hay límites. Y la energía de lo que estábamos haciendo cuando comenzamos… ya sabíamos lo que se venía. La grabación de nuestro primer disco, fue gloriosa. Creamos un producto de la nada, pagado con nuestro bolsillo, cada noche después de salir de laburar, durante un par de meses. La banda estaba prendida fuego. Cuando quedó listo no podíamos creer que habíamos grabado ESO. Me llena de orgullo que mi voz esté en esas canciones. Nuestros shows en Buenos Aires, en El Tío de Burzaco, en Tabaco, en Morón. La grabación del segundo disco, “Rule!!”, en la casa del Fláckula, en Burzaco, y en el estudio “Chatterbox”, de Marcelito di Gregorio. Los tours por Brasil, una salvajada. Y nuestro show en el Pilsen Rock, sin duda alguna, el show más importante que esta banda hizo jamás, y que nos agarró en nuestro mejor momento. Fue histórico. Lla salida de Gabriel Barbieri nos marcó también, desde el punto de vista negativo. Pero la grabación del “Life in Hell”, con nosotros tres solos, Luis, Walo y yo, fue especial. Tres personas contra todo. Encerrados en un estudio, sin nadie que creyera en el disco o en la banda, sólo nosotros. Eso nos unió como banda y como personas. Nos elevó de amigos y compañeros de banda a hermanos, lejos de tiempo y espacio. Para siempre. Tuvimos que poner el pecho a las balas, y lo hicimos con unas ganas enormes. Y tuvimos nuestra revancha, el disco es excelente. Pero de ahí en adelante, empezó la decadencia. Entró Leo, una gran persona, un gran músico. Volvimos a Brasil, la conocí a mi mujer y me quedé por acá. Allá, la cosa estaba ya muy desanimada, dado que el disco no había colmado nuestras expectativas en cuanto a repercusión en el medio. Y nuestras vidas estaban cada vez peor, económicamente hablando. Con todo, la banda estaba en un gran nivel, tocando en festivales en Brasil, y memorables presentaciones como la de los Premios Grafitti, en Montevideo. En mayo del año pasado, Luis se fue a España, a buscar una vida mejor. Intentamos continuar con la ayuda de su hermano, Leroy, hasta que este decidió bajarse del barco y dedicarse a su propia banda. Y ahí acabó la historia… Como ves, son muchos momentos…

Ahora hay toda una generación de rock uruguayo que creció con Motosierra de referente (Hablan por la Espalda, Guachass, Santacruz) ¿sentís que a pesar de la disolución de la banda dejaron un legado y hay quienes tomen la posta?

Por supuesto que dejamos un legado, y no solo en Uruguay. Aquí en Brasil, y quiero creer que también en Argentina, dejamos nuestra marca. Y hubiera sido mayor aún, si hubiéramos tocado en otras partes del mundo. Mostramos que se pueden hacer cosas de otra manera, con laburo, con humildad, con esfuerzo, con convicción, y con huevos. Y sin vendernos, haciendo todo a nuestra manera. Y se puede, nosotros somos el ejemplo de eso. Podés tener una banda de rock salvaje en América Latina, podés llegarle al público de todo el mundo, podés editar afuera, podés tocar en otros paíeses. Y para todo eso, podés hacerlo a tu manera, sin golpes bajos. Sin chupar medias, sin marketing, sin frivolidades. Sólo con el poder de la banda. Y podés hacer todo eso con dignidad. Lamentablemente, hay gente que no entiende eso, que no tiene la misma altura y dignidad. Y lamentablemente, después de haber aprendido un montón de nosotros, y de haberse acercado a nosotros en los buenos momentos, algunos te dejan tirado en los malos. O hablan mal de vos, o no te reconocen con justicia tus méritos. Pero con esas personas yo no pierdo el tiempo ni la energía. Que se jodan, siempre van a ser unos mediocres, si es que necesitan vivir como parásitos, chupando sangre de los demás, hasta que no queda nada y se van a buscar a otro. Me gustaría ver que es lo que tienen para ofrecer. En la historia de esta banda, nunca nadie, jamás, nos hizo sombra arriba de un escenario. Ahí es donde cuenta. Una cagada de tocar en Motosierra, es que nunca pude ver un show. No he visto nunca una banda como Motosierra en vivo, y me parece muy difícil que la vaya a ver. Me gustaría ver que alguien me mostrara que estoy equivocado.

¿Qué proyectos tenes a futuro?

Estoy casado, viviendo en Uberlandia, a 600 kms de Sao Paulo. Me fui de esa ciudad hace un mes, porque a pesar de que es la mayor ciudad de América Latina, no tiene nada para ofrecerme. La escena rockera allá es muy de mentira. Ahora estoy con planes nuevos, de laburo y hasta de estudio. Dedicarme a mi mujer, que es mi vida. Y por supuesto, intentar armar una banda para poder salir a tocar. Esa es mi pasión.

¿Es posible una reunión dentro de un tiempo?

Nunca voy a descartar esa posibilidad, porque en esta banda hay 3 hermanos. Luis y Walo son mis hermanos, y mientras vivan, la banda va a estar viva. El problema es que estamos muy lejos como para tocar, juntos. Ojalá se de la posibilidad de tocar alguna vez mas. Hacer algunos shows, por los viejos tiempos. Pero la parte creativa, es difícil recuperarla a la distancia. Hacer un disco nuevo, en estas condiciones, es imposible. De todas maneras, ya que cumplimos con todos los clichés de una banda de rock, nos falta sólo hacer una gira reunión, viejos, pelados y panzones. Así es como es el rock and roll, no??